Ciencia sin razón
Así de solemne fue el dictamen del doctor Pujalte, quien adujo a continuación una larga retahíla de sustancias y porcentajes que no alcancé a comprender.
De la milagrosa recuperación se atribuyó el mérito aquel mediocre galeno. Para mis adentros, siempre supe que lo tuvo el voluptuoso escote de la cuidadora de noche...