sábado, 26 de diciembre de 2009

Al compás del cha-ca-cha...

Hace tiempo "El consorcio" recuperaba esta antigua canción, que parecía pertenecer a las vicisitudes que debían padecer los viajeros del ferrocarril. La situación que explica la canción parece propia de otros tiempos, pero desgraciadamente no es así...

Este puente de la Constitución me animé a ir a Cuenca a ver a la familia, y al ir solo pensé que el tren podía ser la menos mala de las opciones para desplazarse. Total, un Euromed hasta Valencia y luego un tren regional hasta la capital... El autobús de línea es un auténtico suplicio (antiguamente la compañía se llamaba "La Rápida", qué ironía) que me ha tocado sufrir en silencio. Y del tren esperaba algo mejor, para qué hablar.

Hasta Valencia, la cosa se desarrolla sin sorpresas y dentro de los planes previstos. Lo triste ocurre allí, cuando has de transbordar de la estación central a un apeadero llamado Valencia-Sant Isidre (por las obras del AVE) en la otra punta de la ciudad, y en información no te dicen ni mu. Y prosigue cuando llegas a la mencionada estación y ves que vas a coger el mismo tren que hace 20 años, recorriendo una línea que no ha sufrido mejoras como mínimo en unos 30. Y cuando llegas a la provincia de Cuenca, empieza la ruta de las estaciones fantasma, abandonadas a su suerte desde váyase a saber cuándo...


El cóctel es explosivo y el violento traqueteo (el "cha-ca-cha") del tren en algunos tramos hace que el cuerpo se resienta. Los resignados viajeros que vamos hasta la capital castellana nos quejamos todos de lo mismo, pero como somos poquitos (y yo muy ocasonialmente), la cosa para RENFE se queda ahí. Total, que cuando uno llega a su destino lo que está deseando es dejar el tren lo más rápido posible. Y lo que es más triste: se tarda más en ir de Valencia a Cuenca que de Barcelona a Valencia, cuando la distancia es inferior a la mitad. Sin comentarios.

Dicen que el AVE llegará próximamente a la ciudad castellana, pero mientras tanto señores de RENFE, hagan algo por esta línea. Los viajeros se lo agradecermos.

lunes, 21 de diciembre de 2009

¡Feliz navidad a todos los lectores del blog!

Para todos los que de una manera fiel seguís el blog, ¡os deseo una Feliz Navidad y un Próspero año 2010 en compañía de los vuestros!


miércoles, 2 de diciembre de 2009

¡Adios, tele, adios!


Mi tele se está muriendo. Desde hace unos días, no consiente en encenderse como Dios manda. Y cuando lo hace, se lo monta de tal manera que no puedo ni tan siquiera seleccionar un canal ¡La muy... púas!
Me he cansado. Me agota aguantarle estoicamente ese comportamiento tan caprichoso que tiene conmigo, y ya no le doy ninguna otra oportunidad más. Ya se la di y a regañadientes conseguí que volviese a ser la de antes, pero esta vez nuestra ruptura es la definitiva.
Al principio ha sido duro, pero la verdad es que esta "soltería catódica" me está sentando la mar de bien. He recuperado la buena costumbre de leer libros, llevo mi casa bastante al día, tengo tiempo para dedicarle a mis estudios, etc. En fin, que soy otro.
Pero la soltería no es para siempre. Ya he salido a buscar una nueva relación, y su reacción no se ha hecho esperar. La muy ladina ha dado señales de vida, regalándome unos escasos minutos de imagen y sonido en perfecta sintonía... Claro, se ha olido que estoy en trámites de tener una nueva acompañante más joven y hermosa, delgadita, que sabe sacarle partido al color.
El gesto ha sido hermoso, pero lamentablemente insuficiente. Guardaré de ella el recuerdo de los buenos momentos que pasamos juntos, y procuraré olvidar esos desmanes propios de la edad madura. Y hasta tengo preparadas las palabras finales de despedida: "Te recordaré, querida, pero lo nuestro ha durado hasta aquí".
¡Hasta siempre, mi tele de tubo!