Sin amaneceres
- "Rutinariamente intercambio sus pulseras identificativas, pero ni con esas mejora"

En un vano intento por recuperar a la anciana, su hija seguía el tratamiento prescrito por el doctor Urrutia: reproducir los acontecimientos originadores de la patología para despertar a su madre de la noche oscura de su memoria. Sin saberse los causantes de aquella postración, los gemelos se prestaban dócilmente al juego con inocencia infantil.
En aquella habitación de hotel y con un desconocido, Leire se despojó de su coraza y mostró la desnudez de su desesperanza...
- "Nomeolvides, qué ironía"
Los que necesitan sexo para ahogar sus penas son los hombres, las mujeres solo piden que las escuchen...
ResponderEliminarSaponcio Silbato